domingo, 22 de junio de 2014

QUÉ ES LA RADIESTESIA

Algunos radiestesistas la definen como un método, una técnica, un estudio, o incluso como un arte. La radiestesia es una disciplina que se caracteriza por utilizar como instrumentos principales el péndulo o las varillas, o el aurámetro y el biotensor. Estos instrumentos permiten al radiestesista captar ondas o radiaciones de objetos, personas o lugares. La radiestesia se utiliza con diversos fines, tales como: 1. Oráculo. Hacer preguntas de sí o no, o con opciones, y ampliar las respuestas con tablas de radiestesia. 2. Buscar y encontrar personas, objetos, agua o minerales. Estas búsquedas pueden realizarse en terreno o en un mapa (a distancia). Pueden encontrarse objetos, minerales, aguas o cadáveres subterráneos o que estén en la superficie. 3. Mediciones. Sirve para realizar evaluaciones de salud, aplicando el instrumento a órganos o tablas de radiestesia; evaluaciones de energía, chackras, vitalidad o aura; evaluación de energías síquicas o geopatógenas de lugares y viviendas. 4. Fines terapéuticos. La radiestesia se complementa de manera efectiva con terapias complementarias como: homeopatía, cromoterapia, aromaterapia, gemoterapia, sintergética, reiki, terapia floral, elección de medicamentos, transmisión de principios activos por telerradiestesia médica, acupuntura, alimentación, etc. 5. Asesorías en construcción y orientación de inmuebles según las radiaciones del lugar. Lo mismo en terrenos agrícolas, fen shui, distribución de muebles, etc. Los instrumentos son intercambiables en estas funciones, aunque habitualmente se utiliza el péndulo con tablas de radiestesia, las varillas para búsquedas en terreno, el aurámetro y el biotensor para evaluaciones de personas.

Cómo funciona

Todos los cuerpos emiten energía en forma de ondas o vibraciones (radiaciones) que nos rodean y estimulan nuestro sistema nervioso central. Estas radiaciones se almacenan en nuestro cerebro. El objeto, sustancia, anomalía o persona, la materia en fin, actuaría como un emisor, y nuestro cerebro como un receptor. El instrumento de radiestesia es un amplificador, que nos proporciona respuestas claras y objetivas a preguntas de cualquier índole: adivinación, preguntas personales, diagnósticos médicos, yacimientos de aguas o recursos naturales, etc. Así, la radiestesia es el arte de captar radiaciones. Al formular la pregunta, o señalar el objeto, dibujo, lugar, órgano, sea cual sea la pregunta, nuestro cerebro emite impulsos o movimientos involuntarios que producen una respuesta o movimiento en el instrumento, según cuál sea la convención programada. La resonancia es la perfecta sintonía entre una radiación (persona, color, energía, mineral, etc.) y nuestro sistema neuromuscular. Cualquier persona puede iniciarse en la radiestesia. Aunque un síquico o un individuo intuitivo la aprenden con mayor facilidad, requiere dedicación y estudio para perfeccionarse.
Los principales principios de la radiestesia son que la materia emite energía o radiaciones electromágneticas que son captadas por nuestro sistema nervioso central. Esto al amparo de descubrimientos de que la materia es manifestación de vibración de ondas; que pensamos con todo el cuerpo; y que las radiaciones nos afectan y se pueden medir, tanto las eléctricas como magnéticas o energías aún no estudiadas por la ciencia. Sin embargo, esta práctica es muy antigua.

Historia de la radiestesia

El uso de la radiestesia data del año 8.000 a. C. Hay registros en África de que se utilizaban varas de madera para encontrar agua. En Medio Oriente esta práctica era tan común que el libro del Éxodo relata que Moisés, con su bastón, encontró agua en el desierto, y que lo utilizaba con diversos fines mágicos. La palabra radiestesia proviene de la raíz latina radio, que significa vibración, magnetismo, radiación, y de la raíz griega estesia, que significa sensibilidad. Sin embargo, antiguamente era conocida como rabdomancia, de rabdo (varilla) y mancia (adivinación). Esto atendiendo a las necesidades de aquellas épocas, principalmente de encontrar agua en África y Medio Oriente. Fue practicada en Egipto, Grecia, Roma, y durante la Edad Media. En la época de la invasión a América, muchos sacerdotes católicos que acompañaban a los colonos eran radiestesistas. Utilizaban sus artes para elegir el lugar de las catedrales y las plazas de armas. Ésta es la razón de que la catedral principal de cada ciudad, las que existen desde entonces, estén orientadas hacia el Oriente en sus entradas. Al entrar a esos recintos y caminar en línea recta hacia el altar, el péndulo o las varillas oscilan o se mueven descontroladamente por las energías geológicas. En las Guerras Mundiales también utilizaban radiestesistas para localizar submarinos enemigos. En la época actual, ha habido muchos estudiosos y eruditos de la radiestesia; también sacerdotes católicos radiestesistas que se han dedicado a la sanación, como el abate Alexis Bouly.

Radiaciones y geopatías: Salud

Muchas radiaciones pueden afectar nuestra salud en mayor o menor medida: cercanía con torres de telefonía celular o de alta tensión; plantas nucleares o radioactivas; construir sobre fallas geológicas; construir sobre napas de agua subterráneas, sin importar si están secas; construir sobre antiguos cementerios o cadáveres; sobresaturación o mala distribución de los muebles. Nuestro planeta se encuentra atravesado por dos grandes redes. La red global de Hartmann va de norte a sur con distancia de 2 metros, y de este a oeste con distancia de 2,5 metros. La red de Curry va en diagonal: de noreste o suroeste, y de noroeste a sureste. Su distancia y anchura varía según las fases lunares, tormentas solares, cercanía de terremotos o tormentas, entre otros factores. En España se han elaborado mapas de estas redes en la región.

Un cruce de red de Hartmann coincidente con un cruce de red de Curry puede generar radiaciones altamente nocivas en aquel lugar. Así también, las construcciones, al igual que las manzanas de casas, o los muebles rectangulares, emiten la radiación de sus cuerpos por los vértices. El lugar de cruce de muchas energías, como la de dos manzanas contiguas saliendo la energía por las esquinas de la calle, puede ser muy dañino para la salud. Es función del radiestesista evaluar la vivienda, en tanto posibles geopatías y su nivel de gravedad, que pueden solucionarse a veces de manera sencilla, como instalando dispersores (dibujos hechos con fórmulas). La energía nociva de las napas de agua subterránea puede contrarrestarse enterrando barras de cobre adosadas a cada vértice del primer piso; construyendo la edificación sobre una capa de vidrio molido, o incluso enterrando un alambre amarrado a la llave de paso externa del agua. Distribuir bien los muebles también ayuda a la armonía y el bienestar; permitir que la energía circule en su justa medida, orientar la cabecera de la cama hacia el norte, etc. Para limpiezas de energías síquicas o presencias espirituales, es conveniente asistirse con un síquico o médium, pero la radiestesia es una poderosa herramienta para realizar la evaluación y el diagnóstico de la vivienda.




El dispersor (en la imagen) puede colgarse en la pared de la habitación, o ponerse debajo de la cama o de algún mueble o alfombra si desea ocultarse. Contrarresta geopatías, energías síquicas perjudiciales e incluso la magia negra.

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